Esta estación es una invitación a la pausa, la contemplación y el reencuentro contigo mismo.
Aquí, el agua no solo fluye: refleja, cuestiona y transforma. Al igual que el bosque seco tropical, cuyas lluvias y sequías dibujan paisajes en constante cambio, nuestras emociones y pensamientos también se transforman con el paso del tiempo.

Los pensamientos, como los reflejos del agua, cambian con la luz, el viento, el entorno… se adaptan, se desdibujan y se reconstruyen. Esta danza sutil entre lo interior y lo exterior nos permite construir, cuestionar y reafirmar identidades y perspectivas, a veces familiares y a veces inesperadas.

Tómate un momento para conectar con el agua y encontrarte en ella.
Respira, escucha su arrullo… y contempla.