Nuestra mayor virtud es la adaptabilidad. Dicen que aparecimos en la Tierra hace unos 40 millones de años. En aquel entonces, teníamos hojas, pero a medida que el clima se iba volviendo más seco y cálido, comenzamos poco a poco a adaptarnos. Algunos de nosotros, convertimos nuestras hojas en espinas para poder resistir mejor la sequedad.

Somos una familia muy diversa, puedes encontrar cactus que no superan el centímetro de altura y otros que llegan a alcanzar los 18 metros. Nuestros tallos pueden tener formas increíbles, pueden ser planos, cilíndricos, en forma de globo o incluso colgantes. Además, algunos de nosotros tenemos una estructura llamada "areolas"; donde se encuentran las espinas y flores, y somos capaces de almacenar agua en nuestros tallos para poder sobrevivir en ambientes con poca agua.